Te quiero, papá.



Te quiero, papá.


Hace años que nos conocemos,
tal vez muchos más de lo que pienses,
dudo que recuerdes el entonces, 
pero espero que estas palabras sientes. 
Tengo un firme sentimiento 
que realmente así ocurrió, 
que estando juntos detrás del velo, 
nuestras vidas se cruzó, 
estrechaste fuertemente mis manos, 
sentías algo diferente, 
sentías responsabilidad, amor, 
sentías el deseo de servir de corazón. 


De ahí que junto a varios más que estaban a mi alrededor, 
rodeaste con tus brazos, nos mirabas sin cesar, 
te ofreciste voluntario, para ayudarnos a pasar. 
Te ofreciste como padre, 
sin pedir sitio en el altar. 
Sabías que sería una prueba difícil, 
pero también sabias que lo podrías soportar. 
Que el amor de un padre a su hijo 
puede superar, las dificultades de la vida. 
Las tormentas y tempestad. 
Los designios del adversario, 
sin pedir nada más. 

Buscaste compañera,
y la pudiste encontrar. 

No había mejor persona 
que en la vida te pudiera acompañar. 
Ayudándote en todo momento, 
aliviando tu pesar, 
cuidando de cada hijo 
que en el cielo llegaste abrazar,
cuando le prometiste que en esta vida, 
le ayudarías sin cesar. 
La situación en la tierra fue difícil,
fueron tiempos que mejor olvidar, 
pero supiste estar a la altura, 
te mantuviste en tu lugar. 

El trabajo fue un reto,
te nos alejaba sin más, 
sabíamos que ese no era tu deseo, 
pero poco se podía cambiar. 
Di tras día luchando, 
procurando nuestro bienestar, 
nos diste la mejor educación que pudiste, 
cuando tú nunca tuviste oportunidad. 

Además de ello te preocupaba algo de más valor.
No quería que se perdiera, 
aquellos momentos de amor, 
cuando en el cielo estrechaste tus brazos, 
a cuatro espíritus de tu misma condición, 
y te ofreciste ser el medio, 
de ayudarnos en lo mejor. 

Buscaste la forma posible,
para volver a aquel lugar, 
donde encontraste una madre para tus hijos, 
una compañera para tu hogar. 
Una mujer que te cuidaría,
hasta que esta vida tuvieras que dejar. 

Fueron días difíciles padre.
No te debes de preocupar. 
Como hijos bien sabemos 
que desempeñaste tu papel como nadie. 
No te preocupes por nosotros, 
cuida más bien de nuestra madre. 
Los días en esta vida, 
no sabemos cuántos serán, 
pero tenemos, la certeza de que,
los tenemos que aprovechar. 

Por eso ahora te pedimos que
medites ante esta situación,
disfrutéis con nuestros retoños, 
como vuestros nietos que son. 
Midiendo a todos con el mismo metro, 
sin hacer ninguna distinción. 
Paseando por el parque, 
o simplemente viendo la televisión. 

Los ojos de vuestros nietos
os miran con ansiedad, 
os quieren con locura, 
no se os quiere separar. 
Sienten que no sois abuelos, 
para ellos significáis mucho más,
sois verdaderos héroes, 
que jamás podrán olvidar. 

No desaprovechéis este tiempo,
haced de ello un altar, 
que no hay mayor gozo para un padre, 
que ver sus hijos disfrutad, 
jugando con sus abuelos, 
por el parque pasear. 

Pero sobre todo recuerda,
que tú, tienes un conocimiento especial. 

Sabes que después de esta vida, 
viene mucho más, has luchado por tus antepasados, 
dándole la oportunidad, 
de que si es su deseo, 
vivan juntos por la eternidad, 
rodeados de la presencia 
de Nuestro Padre Celestial. 
No te prives a ti de ello, 
háblalo con mama, 
y si ella no lo acepta, 
no la vayas a forzar. 

El evangelio se acepta de corazón, 
y ella algún día lo hará. 
Pero tú que tienes este conocimiento 
y te ves cada día con más dificultad, 
no espere a que sea tarde, 
y no haya marcha atrás. 

Recuerda que tu papel desempeñaste.
No sientas por ello malestar. 
Te invito a que a tus nietos, 
les des esa maravillosa lección. 
Que como padres que somos, 
podemos dejar escapar. 
Pero tú que dispones de tiempo y práctica no olvidaras, 
vuestros nietos en la vida, 
siempre os recordaran. 

Pues aun nosotros recordamos,
nuestros abuelos sin cesar. 
Ponemos en práctica sus mensajes,
sus enseñanzas y mucho más. 

Pero sobre todo recuerda, 
que te queremos mucho más de lo que te podamos demostrar. 


Gracias a ti estamos en la tierra.
Gracias a ti tenemos, nuestra madre. 
Y por ustedes somos cuatro hermanos,
que a pesar de las diferencias, 
nos queremos cómo los que más. 


Con mucho amor. 
Cuídate papá.

Autor: Abel López González

No hay comentarios: